Los progresos en tecnología están desplazando el foco de la preocupación por la privacidad. Por ejemplo, las transacciones comunes pueden generar información que se acopia imperceptiblemente y es fácilmente manipulada por procesos automáticos que mejoran sin cesar. Se ha vuelto poco práctico y con frecuencia indeseable, impedir el acopio de información personal, su procesamiento y uso, pero éstas son precisamente las acciones que las políticas se han impuesto como blanco para impedir daños a la privacidad. Es necesario que la manera de enfocar las políticas públicas se adapte para asegurar la privacidad en un mundo cada vez más conectado. Para determinar cómo hacerlo, Corliss revisa la historia de la teoría de la privacidad, empezando por sus raíces en la idea de una línea divisoria entre lo privado y lo público y rastreando su desarrollo para identificar conceptos útiles de privacidad para evaluar las políticas. Este debate enmarca la mirada a leyes recientes y contemporáneas que protegen la privacidad, y establece los sustentos conceptuales de los enfoques más destacados de la privacidad. Basándose en estos fundamentos, el autor presenta recomendaciones de políticas que abordan de manera realista los intereses de la privacidad.