En las dos últimas décadas, la apertura de los procesos de elaboración del presupuesto público ha atraído la atención de gobiernos, organizaciones no gubernamentales y donantes, y a su vez ha provocado la proliferación de prácticas de transparencia presupuestal e iniciativas de rendición de cuentas en todo el mundo. Diseñadas para facilitar las interacciones productivas entre ciudadanos y gobierno en torno a la asignación de recursos, las iniciativas para presupuestar con transparencia deberían contribuir a reforzar la confianza pública en las instituciones políticas. Valiéndose de percepciones de la corrupción como medidas de la confianza pública, este estudio analiza la relación entre la transparencia en procesos para el presupuesto de 70 países y las percepciones que se tiene de la corrupción en un periodo de cinco años (2006-2010). El estudio muestra que el efecto acumulativo de los componentes de transparencia, consulta y control tienen mayor repercusión en las percepciones sobre la efectividad de las políticas anticorrupción y la corrupción gubernamental de lo que la tienen actividades o políticas aisladas.