Partiendo de la revisión de una amplia gama de publicaciones empíricas sobre corrupción, este trabajo postula que una dimensión crucial para entender los contextos en los que ocurren prácticas de corrupción consiste en centrarse en cómo son contemplados los marcos institucional y legal en una sociedad determinada. Este artículo propone la existencia de una relación inversa entre cómo percibe la gente la “honradez de las instituciones y sus funcionarios” y su propia disposición a participar en prácticas corruptas. Detrás de estas prácticas hay un preocupante hallazgo que ha aparecido recurrentemente en el campo de investigación de este autor: en México, el marco institucional-legal parece ser percibido como ilegítimo, opcional e ineficiente. Si bien esta percepción podría implicar aspectos negativos para la consolidación del imperio de la ley, y en consecuencia de la democracia en México, el autor de este estudio acaba ofreciendo algunos hallazgos positivos: en la primera década de la ley de transparencia, los individuos parecen reconocer algunos cambios optimistas incipientes.